1. La importancia de congregarse
La reunión de los creyentes es un mandato bíblico fundamental. En Hebreos 10:25 se nos exhorta a no dejar de congregarnos, pues la comunión con otros cristianos fortalece nuestra fe, nos anima y nos permite crecer en el conocimiento de Dios. Jesús mismo dijo en *Mateo 18:20:
"Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos."
2. Beneficios de congregarse
• Fortalecimiento espiritual: La iglesia es el lugar donde recibimos instrucción bíblica y somos edificados en la fe (Efesios 4:11-12).
• Apoyo mutuo: La comunidad cristiana es un espacio de ayuda, oración y consuelo en momentos difíciles (Gálatas 6:2).
• Cumplimiento de la voluntad de Dios: Al congregarnos, obedecemos el llamado del Señor a ser parte de Su iglesia (1 Corintios 12:27).
• Adoración y alabanza: Nos unimos para glorificar a Dios en espíritu y verdad (Juan 4:24).
3. Consecuencias de no congregarse
• Enfriamiento espiritual: Sin el alimento espiritual de la Palabra y la comunión con otros creyentes, nuestra fe puede debilitarse (Santiago 1:22-25).
• Falta de apoyo en la fe: La vida cristiana no está diseñada para ser vivida en solitario (Eclesiastés 4:9-10).
• Mayor vulnerabilidad ante el pecado: Sin la exhortación y corrección de la iglesia, es más fácil desviarse del camino de Dios (Hebreos 3:13).
4. Obstáculos y excusas para no congregarse
Muchos cristianos encuentran dificultades o justifican su ausencia en la iglesia con diversas excusas. A continuación, se presentan algunas de ellas junto con la respuesta bíblica:
Lo que algunos cristianos dicen: | Lo que la Biblia dice: |
1. Hice todo lo posible pero no pude ir. | "Todo lo puedo en Cristo..." Filipenses 4:13 |
No tengo tiempo. | "Todo tiene su tiempo". Eclesiastés 3:1 |
3. En la iglesia hay muchos hipócritas. | "¿Por qué miras la paja de tu hermano, y no la viga que está en tu propio ojo?" Mateo 7:3 |
4. Gano poco. Y por tanto, tengo que trabajar los domingos. | "No os afanéis...qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir..." Mateo 6:25-33 |
5. Yo me reuní en mi casa con mi familia. | "No dejando de congregarnos, (Con la iglesia) como algunos tienen por costumbre..." Hebreos 10:25 |
6. Anoche me desvelé y me quedé dormido. | "Tuyo es el día, tuya también es la noche; Tú estableciste la luna y el sol" Salmos 74:16 |
7. Amanecí muy cansado y me quedé a descansar. | "Venid a mí todos...y yo os haré descansar". Mateo 11:28 |
8. Los hermanos no me quieren. | "Porque de tal manera amó Dios al mundo..." Juan 3:16 |
9. Ir demasiado a la iglesia es malo. | "¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es Habitar los hermanos juntos en armonía!" Salmos 133:1 |
10. Ofrendo bien. | "No por obras, para que nadie se gloríe". Efesios 2:9 |
Tabla: Juan Ramón Chávez Torres
5. Exhortación final
Como creyentes, debemos priorizar nuestra relación con Dios y no permitir que las excusas o distracciones nos aparten de congregarnos. La iglesia no es un edificio, sino la comunidad de hijos de Dios unidos en adoración y servicio a Él.
¡Que nada nos impida buscar a Dios y fortalecer nuestra fe en comunión con nuestros hermanos!
*Mateo 18:20, en su contexto, se refiere a la disciplina dentro de la comunidad cristiana. Jesús recuerda a los apóstoles que su enseñanza, inspirada por Dios, debe guiar a la iglesia en estos asuntos. Aunque los apóstoles ya no están físicamente, sus escritos continúan orientando a la iglesia local en la corrección de sus miembros. Cristo les aseguró su presencia cuando oraran en unidad y pidieran dirección sobre la disciplina de alguien (vers. 19).
Asimismo, Jesús está presente en cualquier grupo de creyentes, por pequeño que sea, siempre que se reúnan en su nombre, es decir, con el propósito de seguir su autoridad y voluntad. Esto implica que Él acompaña cualquier asamblea de cristianos que se congregue bajo su dirección.
Si bien es importante el crecimiento de la iglesia, la cantidad de miembros no define su legitimidad. No hay un número específico que determine la validez de una congregación local. La promesa a Abraham sobre su descendencia numerosa (Gén. 12:2) y otros pasajes como Apocalipsis 7:9-14 no se refieren a iglesias locales, sino al pueblo de Dios en su totalidad. Tampoco los términos simbólicos de "gavillas" en Salmo 126:6 aplican a esta cuestión. Fuente
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